jueves, 19 de noviembre de 2009

2009: El año internacional de la astronomía

Por motivo del 400 aniversario de las primeras observaciones telescópicas hechas por Galileo Galilei (si, ese que quería medir todo lo medible y hacer medible lo que no lo es) y la publicación del Astronomía Nova por parte de Johannes Kepler, el 2009 fue declarado el año mundial de la astronomía.

La iniciativa de esto se debe a la Unión Astronómica Internacional y al apoyo de la UNESCO, tras la propuesta inicial del gobierno italiano. Esto se aprobó por parte de la asamblea general de la naciones unidas en el 2007 y, claro, nadie se dio por enterado en el Perú.

La astronomía puede presumir de ser la ciencia mas antigua de la humanidad, aunque, claro, la utilización del método científico en sí es mas bien reciente (con Galileo precisamente). Como ya dije en un post anterior, la observación de los cielos tuvo gran importancia para las civilizaciones primitivas, para las mediciones del tiempo y la determinación de las estaciones, conocimiento fundamental para las actividades agrícolas; además de su gran utilidad para la orientación geográfica antes de la invensión de la brújula.
En la astronomía griega, cuyos cimientos forjó Aristóteles (¿quién más podría ser?), se postuló la perfecta esfericidad de la tierra, así como su posición céntrica en el universo (geocentrismo). Además, los astros se concibieron también como perfectamente esféricos, trasladandose alrededor de nuestro planeta en trayectorias circulares perfectas.
Por supuesto, el modelo geocéntrico se mantuvo inalterable durante toda la edad media, pues lo postuló nuestro querido Ari y eso es mas que suficiente para la iglesia católica, que estaba feliz de proclamar a los cuatro vientos que ese modelo se ajustaba a "las escrituras".
Pero la obervación del movimiento de los planetas en los cielos no encajaba con el modelo imperante (planeta significa errante). Así, grandes matemáticos, como Ptolomeo, inventaron modelos intrincadísimos, compuestos de una serie de combinaciones de movimientos circulares, con la única finalidad de ajustar las observaciones a la teoría aristotélica. Claro está que el soporte empírico del geocentrismo era mínimo hacia finales de edad media y es ahí donde surge nuestro gran sistematizador: Mikolaj Kopernik (Nicolás Copérnico para los hispanohablantes). Este propueso el primer modelo heliocéntrico del sistema solar fundamentado matemática y empíricamente en su libro "De revolutionibus orbium coelestium".
Los trabajos de Kopernik fueron divulgados, corregidos y corroborados por Galileo Galilei y Johannes Kepler. Precisamente, en 1609, Galileo recibió noticias de la invensión del telescopio (se cree que su invensión se debe al Gerundés Juan Roget) decidiendo diseñar y construir uno. Con este, Galileo logr´p observar por pimera vez los cráteres de la luna, las fases de venus, pero fundamentalmente, los cuatro satélites mas grandes de Júpiter (Io, Ganímedes, Europa y Calisto), atestando el mas duro testazo al modelo geocéntrico en su historia. A su vez, Kepler publica su "Astronomia Nova", en el que enuncia dos de sus leyes sobre el movimiento planetario, basandose en las observaciones del astrónomo danés Tyge Ottesen Brahe.

Se inicia así el camino hacia la mas grande revolución del conocimiento humano, que prosiguió con la publicación del Siderius Nuncius por parte de Galileo y el Harmonices Mundi de Kepler, que brindó todo bagaje para que Sir Isaac Newton formule la Ley de Gravitación Universal, lenando el vacío entre las leyes de Kepler y la dinámica de Galileo.

Es comprensible, pues, que la las naciones unidas de decidieran por homenajear a estos grandes hombres 400 años despues de instaurar los hitos del inicio del conocimiento humano.

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